miércoles, 29 de octubre de 2008

Mentiras Verdaderas

Mentiras Verdaderas

En el marco de Huellas IV, la exposición del Taller de Silvia Brewda y Ariela Naftal, se exhibe una propuesta de investigación artística que parte del tópico "mentiras verdaderas". Una frase en la que términos contrapuestos hacen estallar el sentido y posibilitan un amplio espectro de preguntas y lecturas. Sin condicionamientos acerca de los modos o medios de producción, el tema es abordado desde ópticas disímiles y con múltiples estrategias que se despliegan en diversos materiales y soportes.
La palabra es quizá el lugar común de la verdad o la mentira. En este sentido, un amplio
conjunto de obras alude a las narrativas ficticias de los relatos oficiales. Estas piezas apuntan a desarticular enunciados globales y locales, religiosos o políticos de las últimas décadas. Entre estos, las prédicas fundamentalistas de la religión o las declaraciones sobre la paz y la guerra como estrategias del neo-imperialismo occidental; las promesas incumplidas y los enunciados engañosos de los gobiernos democráticos argentinos; los artificios discursivos de la actual presidencia en el conflicto con el campo y la tensión entre las cifras publicadas por el INDEC y el aumento de precios del último año. Discursos que, emitidos como certezas, son a vox populi mentiras. Ligado con este grupo, pero partiendo de una perspectiva distinta, se evidencian otras problemáticas de esta época. La desigual distribución de las riquezas, la manipulación de los medios masivos de comunicación en la infancia y el consumo que es abordado en lo que se oculta con la ropa y en la ilusión de comprar amor con dinero, son otros engaños discutidos en esta muestra.
Con una mirada diferente, tres piezas cuestionan las categorías preestablecidas. En una se quiebran los estereotipos colectivos como la "familia tipo" y las otras dos diluyen el binomio “verdadero/falso”. Así apuntando a la subjetividad del espectador liberalizan la noción de que “todo depende del punto de vista del que se mira”.
Lo velado y el engaño son ejes del siguiente corpus. En torno a estas ideas, un conciso pero preciso video nos confronta al maquillaje como máscara que media entre lo público y lo privado. Desde una perspectiva psicoanalítica, la casita de chocolate -que recuerda a Hansel y Gretel- materializa la novela familiar, una fantasía infantil que tiene tanto de verdad como de mentira. Lo doméstico no solo se encarna en la ficción de la realidad psíquica; sino que también roza con lo siniestro, cuando lo oculto se devela en los secretos familiares, en las apariencias engañosas y en los mitos urbanos. En la línea de lo no dicho, los tabúes que rodean al aborto pueden confrontarse en una obra impactante y profunda. Finalmente, partiendo de una relectura histórica, dos producciones reflexionan sobre .momentos distantes pero absolutamente vinculables. En una se alude al desmoronamiento de las premisas de la Revolución Francesa; mientras que la otra puede concebirse como evidencia del quiebre de aquellas promesas, cuando el pasado reciente de la Argentina emerge en la figura de los hijos de detenidos-desaparecidos en la última dictadura. Aquellos que, buscando hoy su identidad, revelan y claman por justicia.

Respuestas simbólicas a una consigna precisa. Históricas, psicológicas, poéticas o lúdicas, las verdades o mentiras son deconstruidas. Recorrer estas propuestas abre caminos diversos, reflexiones distintas; y sin embargo en todas, sin lugar a dudas, deviene evidente una inquietud sincera respecto al contexto que nos rodea.


Lic. Cecilia Iida
Octubre, 2008.

sábado, 25 de octubre de 2008

viernes, 10 de octubre de 2008